Soy una chica de Alicante que quiere compartir su historia desde esta plataforma por si sirve mi experiencia a alguien que esté viviendo una situación parecida a la mía.
En el año 2009, mi vida dio un giro inesperado y terrible para mi, mi marido decidió abandonarme, dejándome hecha polvo y con una angustia casi insoportable. Me vi sumida en una profunda depresión y a la vez intentando luchar por encontrar una salida en mi vida. Para lidiar con el dolor y la soledad, cometí un error que, en ese momento, parecía ser mi única válvula de escape: empecé a pedir préstamos y a viajar sin rumbo fijo. Cada destino era un intento desesperado con el propósito de olvidar mi angustiosa situación, pero los problemas financieros comenzaron a acumularse rápidamente. Mi realidad era un agujero negro y una caída al vacío.
Índice de contenidos
Covid-19 y ERTE
Para cambiar de aires y avanzar por otro camino intentando dejar todo detrás de mí, me trasladé a Alicante en busca de un nuevo comienzo. Afortunadamente, conseguí un buen trabajo que me permitió recuperar un poco mi estabilidad económica. Sin embargo, como si el destino se empeñara en ponerme a prueba, llegó la pandemia del COVID-19.
El confinamiento me llevó a entrar en un estado de suspensión laboral conocido como ERTE, y mi situación financiera se volvió nuevamente crítica. Las deudas que había acumulado antes del traslado a Alicante resurgieron con fuerza. Era como si todas las puertas estuvieran cerradas, y yo me encontraba atrapada en una pesadilla interminable.
Desesperada por encontrar una solución, intenté llegar a acuerdos con los bancos, pero parecía una tarea imposible. La carga de las deudas se volvía cada vez más insoportable, y en mi mente, la idea de la muerte comenzaba a parecer como la única escapatoria.
Búsqueda de Soluciones
Fue en ese momento oscuro cuando, buscando soluciones en Internet, encontré un despacho de abogadas que prometía ayudar a personas en situaciones similares. El nombre del despacho era «Maravilloso», me inspiró rápidamente luz y esperanza, Atalanta y Abogadas, mujeres que quizás podrían ayudarme.
Llamé a la oficina y contestó Maite. Desde el primer minuto de nuestra conversación, sentí su comprensión y empatía. Maite me dijo con seguridad que me ayudaría y cancelaría todas mis deudas definitivamente, para mi se abrió el cielo y empecé a respirar de nuevo. No puedo expresar con palabras lo que sentí en ese momento.
Después de años de desesperación, finalmente veía una luz al final del túnel. Maite y su equipo de Abogadas se convirtieron en mi única esperanza y salvación.
Cancelación de las deudas
Su dedicación y profesionalidad me impresionaron profundamente, y las deudas que me habían atormentado durante casi 13 años se evaporaron.
Nunca olvidaré el día que me llamó Maite y me dio la noticia de la cancelación de 42.000 euros que había arrastrado desde el año 2009. Fue un momento de liberación y felicidad indescriptible que nunca olvidaré.
Mi vida había cambiado por completo gracias a la ayuda de mi abogada Amaya, Maite y su equipo maravilloso.
Gracias por devolverme la esperanza y ayudarme a recuperar mi vida. Para mi siempre serán verdaderos ángeles de mi terrible historia con las deudas. GRACIAS de todo corazón.